domingo, 25 de septiembre de 2011

ENFOQUE
Los “plásticos verdes” favorecen el ambiente
LOS BIOPLÁSTICOS SE ELABORAN CON MATERIAL ORGÁNICO, POR LO QUE SON DEGRADABLES
  • La protección del ambiente es uno de los mayores compromisos que debe asumir la presente generación, para evitar más daños y su desaparición.
Solange de la Cruz Matos
Santo Domingo

Nota del editor del blogger: Solange de la Cruz Matos es una excelente periodista dominicana, que nos trae con frecuencia temas muy a punto sobre ecología, por esto nos permitimos presentar ante ustedes este importante aporte de su autoría, pueden seguir sus opiniones en http://www.listindiario.com/la-republica/2011/9/25/204765/Los-plasticos-verdes-favorecen-el-ambiente

El equipo editor de este blogger se complace sobre manera al publicar sus valiosos aportes, este fue extraído íntegramente de la edición dominical del prestigioso periódico dominicano Listín Diario, cuyas páginas pueden consultar en http://www.listindiario.com/





Las investigaciones para sustituir la fabricación de plásticos utilizando combustibles fósiles han arrojado resultados con amplias ventajas al medio ambiente, permitiendo la introducción de un nuevo concepto: los bioplásticos.

A diferencia de los plástico elaborados con polietileno, polipropileno, poliestireno y otras sustancias no degradables y altamente contaminantes, los bioplásticos se fabrican con materia orgánica, con lo que evitará que se siga acumulando millones de toneladas de basura no degradable en vertederos, mares, ríos y cañadas.

Los bioplásticos, también llamados plásticos ecológicos, se elaboran utilizando recursos renovables. Se obtienen del almidón de maíz o de papa, de la proteína de soya, del etanol extraído de la caña de azúcar y del acido láctico, y en su proceso de desintegración no dejan residuos tóxicos. De esos productos se obtiene ácido poliláctico (PLA) y polihidroxialcanoatos (PHAs), los que dan paso al “plástico verde”.

Debido a que los plásticos que se fabrican con petróleo mantienen una tendencia alcista, y a las crecientes preocupaciones en torno al clima, el futuro se presenta halagüeño para los bioplásticos.

En Europa, Japón, Estados Unidos, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, India y Taiwán han surgido empresas internacionales que están orientando sus esfuerzos de investigación y desarrollo en esa área.

Por ejemplo, un profesor de la Universidad Kaist, de Seúl, Sang Yop Lee, y un equipo de investigadores de la empresa química coreana LG Chem, motivados por las crecientes preocupaciones originadas por el calentamiento global, lograron sintetizar un polímero biodegradable y de baja toxicidad basado en el ácido láctico, que se degrada fácilmente en contacto con agua.

Los polímeros son moléculas que en la vida cotidiana se encuentran en forma de plásticos y gomas, y provienen, principalmente, de los combustibles fósiles que se producen en las refinerías a través de procesos químicos complejos y contaminantes.

El mayor éxito de esos investigadores consiste en que en vez de un costoso proceso de fermentación y polimerización química, para conseguir el polímero utilizaron una bacteria Escherichia coli con una modificación metabólica, generando un bajo impacto al medio ambiente.

Otra investigación en bioplásticos la desarrolló y patentó la Universidad de Cornell, en Estados Unidos. Estuvo bajo la responsabilidad del profesor Geoffrey Coates, tras la cual obtuvo plásticos biodegradables a partir de dióxido de carbono, un óxido de limonene (presente en la cáscara de naranja) y un catalizador, obteniendo un nuevo plástico denominado polylimonene, de buena calidad, al decir de sus creadores. La empresa química Novomer se ha interesado en esa biotecnología.

Empresas de vanguardia
Los beneficios que ofrecen al ambiente los bioplásticos han hecho que algunas empresas, como Coca Cola y Toyota Motor Corporation (TMC), empiecen a utilizarlos.

Tras una investigación para crear resinas bioplásticas, en colaboración con la empresa indú Indorama, que le tomó cerca de dos años, la empresa de bebidas ha instalado varias plantas de fabricación de botellas de PET en Estados Unidos, Japón, Australia, Canadá y Brasil, que utilizan 30 por ciento de material vegetal (etanol de caña de azúcar) en su fabricación y que son reciclables.

Entre las ventajas que ofrece la botella se indican reducción del uso de combustibles fósiles y, por consiguiente, de las emisiones de gases de efecto invernadero.

En tanto, la empresa automotriz, que ha anunciado su interés de incrementar el uso de plásticos de origen vegetal, neutrales en cuanto al carbono, ya utiliza en el interior de sus modelos Toyota Raum, lanzado al mercado en 2003, y Lexus CT 200h, lanzado en 2010, componentes de bio-plástico.

Al decir de la empresa, el bioplástico que utilizan, derivado de la caña de azúcar y que denominan Bio PET, tiene mayor durabilidad y es resistente al calor, a la contracción y a los golpes. En torno a su rentabilidad, indica que en una producción de volumen podría acercarse a los resultados de coste que tienen los plásticos derivados del petróleo.

Estas empresas, con esa decisión, han empezado a reducir su huella de carbono.

PLÁSTICO VERDE
Las aplicaciones de los bioplásticos es bastante diversa: ·Bandejas para envasar productos frescos: frutas y verduras, quesos y productos de panadería.

·Bandejas termoformadas rígidas de PLA cristal con tapa, para productos de confitería, pastas frescas y otros productos frescos (ensaladas y ensaladas de fruta, etc.).

·Botellas de PLA para agua mineral y productos lácteos.

·Envases de PLA para CDs y componentes electrónicos.

Bandejas de PLA para dispositivos descartables de uso en medicina humana y diagnóstico.

Vajilla descartable de PLA (por ejemplo vasos descartables de dispensadores de agua).

Bandejas de polímero sobre la base de almidón de maíz, solubles en agua, utilizadas para bombones de chocolate y galletitas.

Bandejas biodegradables sobre la base de almidón, con macro y microperforaciones para permitir la respiración de frutas y vegetales envasados; Films de celulosa modificada para envases de dulces, chocolates y productos de panadería.

·Cintas adhesivas de celulosa modificada.

Films de Ecoflexâ (poliésteres biodegradables) para bolsas de residuos orgánicos.

·Films para uso en agricultura (plasticultura).

·Envases de frutas, ensaladas, hortalizas frescas y productos congelados.

En países de la Unión Europea, donde existen políticas para reciclar la basura, lo que posibilita su óptimo aprovechamiento, la norma EN 13432 permite certificar los envases biodegradables como tal con la finalidad de que la población pueda depositarlos junto con los desechos orgánicos, como restos de comida y poda de árboles.